La Comisión Europea impuso este miércoles una multa de 93,8 millones de euros al laboratorio danés Lundbeck por haberse puesto de acuerdo con fabricantes de medicamentos genéricos para retrasar su ingreso en el mercado.
Los fabricantes también fueron condenados a una multa total de 52,2 millones de euros por haber retardado el lanzamiento de las versiones genéricas, más baratas, del Citalopram, un antidepresivo producido por Lundbeck.
Entre ellos figuran especialmente Alpharma (hoy parte integrante de Zoetis), Merck KgaA/Generics UK (Generics UK hace hoy parte de Mylan), Arrow (retomado por Actavis) y Ranbaxy.
El Citalopram era en la época el producto más vendido de Lundbeck, pero como su patente expiró, un fabricante de genéricos había comenzado a comercializarlo en una versión menos cara, y otros se alistaban a hacer lo mismo.
Pero, en vez de hacer competencia a Lundbeck en 2002, los productores de genéricos acordaron con el grupo danés no entrar en el mercado, así como pagos "de decenas de millones de euros", lo que viola la legislación europea que prohíbe ese tipo de acuerdos.
La investigación reveló documentos internos que hacen referencia a la formación de un "club" y a "cantidades de dólares" para repartir entre participantes y mostró que Lundbeck, además de pagar sumas considerables, compró reservas de genéricos con el último objetivo de destruirlos, y ofreció beneficios garantizados en el marco de acuerdos que los sacaban del mercado.
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