UNICEF recauda fondos
Buscan salvar a más de 1 millón de niños
Nueva York /Ciberpasquinero / Unicef
Conforme inicia la temporada de hambruna en la región africana del Sahel, UNICEF lanza una gigantesca campaña de recaudación de fondos para ayudar a más de un millón de niños que corren el riesgo de morir de desnutrición grave aguda.
La campaña coincide con la visita de Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, a Chad, uno de los ocho países del Sahel que encajan el triple golpe de la sequía, el alto precio de los alimentos y la inestabilidad.
"Lo que queremos es llamar la atención del mundo sobre el calvario que sufren los niños del Sahel. Queremos asegurarnos de que la gente es consciente de lo que sucede antes de que sea demasiado tarde", afirmó Louis-Georges Arsenault, Director de Programas de emergencia de UNICEF.
Millones de personas afectadas
Más de 15 millones de personas en Burkina Faso, Camerún, Chad, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal son víctimas directas de la crisis. Pese a que la población del Sahel se sobrepone, las continuas situaciones de emergencia la han debilitado. La región sufrió el azote de las sequías en 2005 y 2010, y muchas familias se vieron obligadas a vender su ganado, sacar a sus niños de la escuela, pedir dinero prestado y sobrevivir con menos alimentos.
Una mujer sostiene a su hijo desnutrido en Chad. UNICEF corre a contrarreloj para asistir a más de un millón de niños que hacen frente a la desnutrición aguda grave en la región del Sahel. |
UNICEF estima en 120 millones de dólares las necesidades para alimentar al millón de niños menores de cinco años, que precisarán un tratamiento salvavidas contra la desnutrición aguda grave. Hasta ahora sólo se ha cubierto el 32% de esa cantidad.
"Queremos asegurarnos de que la crisis en el Sahel sea de dominio público pues necesitamos más recursos para aumentar de verdad nuestra respuesta, antes de que sea demasiado tarde y se pierdan demasiadas vidas", expuso Arsenault.
UNICEF se ha preparado durante los últimos siete meses para satisfacer las necesidades extremas en el Sahel, mediante la adquisición y envío de alimentos y suministros alimenticios, además de la contratación de personal adicional. Se trata de un esfuerzo titánico que implica a ocho gobiernos nacionales, muchos aliados de las Naciones Unidas y ONG.
"Si no somos capaces de organizar la respuesta apropiada la cifra de niños gravemente desnutridos podría ascender a 1,4 millones, es decir, que está en juego la vida de muchas personas", manifestó Arsenault.
A contrarreloj para cubrir las necesidades de los niños
A la crisis se añade la inseguridad que se desata vertiginosamente en Malí, donde una rebelión interna ha desplazado a más de 200.000 personas. UNICEF también trabaja para satisfacer las necesidades de aquellos que se han visto forzados a huir de sus hogares.
Mientras UNICEF corre contrarreloj para cubrir las necesidades inmediatas, también se refuerza la capacidad de la infancia en el Sahel para sobreponerse a largo plazo.
"Estamos hablando de una grave crisis de nutrición para los niños y de una crisis que requiere un planteamiento más integrado, porque sin el acceso al agua, el saneamiento y la inmunización resultará muy difícil provocar el efecto necesario", agregó Arsenault.
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