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martes, 24 de abril de 2012

La cirugía cosmética: ¿un desafío a la “naturaleza”?

Libro de Elsa Muñiz, investigadora de la Unidad Xochimilco
La autoestima no debería vincularse al aspecto físico o apariencia de las personas
Un proceso que resulta ser en muchos casos “un pacto con el diablo”, una fantasía que muchas veces culmina en una pesadilla o “desequilibrio”

Por Esteban Salazar Herrera con información de la UAM


¿Hay algo que aflige tu apariencia? ¿Muslos macizos, una cara flácida, arrugas en el entrecejo que le hacen parecer enfadado todo el tiempo?
¿Se siente en su interior más fresco y juvenil que lo que aparenta exteriormente?
Son las principales interrogantes que indican el éxito de la cirugía cosmética, refiere Elsa Muñiz, profesora-investigadora del Posgrado en Estudios de la Mujer de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En su libro La cirugía cosmética: ¿Un desafío a la “naturaleza”? Belleza y perfección como norma, la académica de la Unidad Xochimilco asegura que el éxito de la cirugía cosmética radica en el descontrol de la autoestima como el principal argumento moderno difundido por un sistema mental creado a través de patrones y prototipos físicos de la llamada “literatura de autoayuda”, en la que se promueve la cirugía cosmética como esa fuente de felicidad, autoestima y bienestar con nuestros cuerpos.
Considerar a la cirugía cosmética como la fuente de la eterna juventud o como el mecanismo idóneo para aumentar la autoestima obedece a una mirada positiva y optimista de un proceso que resulta ser en muchos casos “un pacto con el diablo”, una fantasía que muchas veces culmina en una pesadilla o “desequilibrio”, afirma la investigadora en el capítulo 3 titulado Un pacto con el diablo.


Imperio de las imágenes
Al citar a Susan Bordo, autora del libro The Flight to Objectivity, Muñiz señala que la cirugía cosmética ha desatado una de las discusiones centrales que refiere la capacidad de los sujetos para transformar su cuerpo frente al “imperio de las imágenes”.
Establece que dicho “imperio” constituye el argumento más poderoso de la autoestima, ya que las personas buscan convertirse en lo que quisieran ser y la publicidad en torno a los beneficios de la cirugía cosmética se encuentra difundida por las clínicas de belleza, que utilizan la persuasión haciendo énfasis en los defectos corporales.

Errores naturales
En este ejemplar coeditado por esta Casa abierta al tiempo y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la doctora en Antropología señala que la autoestima hace énfasis en la corrección de los llamados errores naturales, que se han convertido en el mercado potencial de la cirugía cosmética actual.
Al respecto, sostiene que las prácticas consecutivas de la cirugía cosmética profundizan en la insatisfacción con el propio cuerpo, al mismo tiempo que algunas mujeres están siempre pendientes de la próxima operación antecedida por otra, con lo que se va profundizando la llamada “fragmentación del sujeto”.

La no aceptación
Para la especialista en estudios del cuerpo, este concepto no es más que la no aceptación del propio cuerpo que se traduce en reiteradas intervenciones o en la práctica de varias operaciones a la vez. La inconformidad con nosotros mismos psicológicamente se deposita en la “corporalidad”.
Afirma que los cirujanos sostienen que debido a este efecto los individuos se pueden someter a todas las cirugías que deseen, sin embargo, después de la tercera o cuarta es necesario pensar en una consulta psicológica.

Adicción patológica
La investigadora Muñiz afirma que la adicción patológica a las cirugías cosméticas o desequilibrios “dismórficos” son un desorden mental caracterizado por la obsesión de una persona, debido al defecto leve o imaginado en su aspecto, hasta el grado de sentir malestar o disfunción física; indicador actual de los efectos creados por este llamado “imperio de las imágenes”.
Elsa Muñiz concluye que la autoestima no debería vincularse al aspecto físico o apariencia de las personas, sino tendría que estar relacionado al éxito, logro de los objetivos vitales y bienestar social e incluso moral.


Imagen física comercial
Desafortunadamente en el mundo moderno la necesidad de una imagen física comercial ha creado un mercado profuso en centros comerciales e incluso librerías agudizando más el problema, refiere la investigadora.

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