Tecnológicamente, MOnarCH supone un gran reto al sacar
este tipo de robots del laboratorio y llevarlos a un entorno real.
Hasta
ahora, gran parte de la investigación en robótica social se lleva a
cabo en entornos muy controlados.
“En este caso – apunta el profesor
Salichs – es novedosa la introducción de un grupo de robots sociales
autónomos en un entorno de estas características, y esperamos que el
proyecto nos ayude a avanzar en el desarrollo de robots capaces de
relacionarse con las personas en situaciones y escenarios complejos”.
Para
conseguir todo esto, los investigadores tendrán que trabajar en varios
campos.
En primer lugar, tendrán que mejorar las técnicas actuales de
percepción relevantes para la interacción humano-robot. Por otro lado,
se buscará explorar nuevas interfaces para interaccionar con estas
máquinas y avanzar en el desarrollo de las ya existentes.
También se
diseñarán, construirán y programarán una serie de robots capaces de
exhibir comportamientos sociales.
Y, finalmente, se desarrollará un
marco de trabajo para el estudio y modelado de las sociedades mixtas de
humanos y robots, incluyendo un mapa de los diferentes principios que
deben regir estas sociedades, de forma que ayude a establecer las reglas
de comportamiento de los robots.
MOnarch es un proyecto del VII
Programa Marco de la Unión Europea (UE) que acaba de arrancar hace unas
semanas con una duración prevista de tres años. Tiene un coste cercano a
los 4,5 millones de euros, de los que la UE financia algo más de 3,3
millones.
En total, participan nueve socios con representación de cinco
países europeos: España, con la Universidad Carlos III de Madrid;
Portugal, con el Instituto Superior Técnico, que lidera el proyecto, el
hospital del Instituto Portugués de Oncología de Lisboa y las empresas
IDMind, Selftech y YDreams; Holanda, con la Universidad de Amsterdam;
Suecia con la Universidad de Orebro; y Suiza, con la Escuela Politécnica
Federal de Lausanne.
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