Identificado el
mecanismo analgésico de la acupuntura
Los niveles de adenosina, una sustancia analgésica del organismo,
aumentan en los tejidos cercanos donde se colocan las agujas de acupuntura,
según varios estudios
- Imagen: Vivian Chen – |
El misterio de la acupuntura está muy cerca de ser
resuelto. Esta milenaria práctica medicinal china se extiende en todo el mundo
como terapia alternativa o complementaria, pero la escasa información sobre su
mecanismo biológico genera desconfianza y escepticismo entre muchas personas.
Ahora, dos nuevos trabajos aportan una visión científica de la
acupuntura, al descubrir que el organismo produce un analgésico natural en
la zona donde se inserta la aguja. Este artículo explica el importante
hallazgo.
¿La acupuntura funciona? Y, si es así, ¿por qué? Desde la visión
científica occidental se necesitan conocer los mecanismos por los que actúa una
terapia para depositar la confianza en ella.
Para poner remedio a esta cuestión, investigadores de la Universidad de
Rochester, Nueva York (EE.UU.), realizaron en primer lugar un estudio en el que
llevaron a cabo una sesión de acupuntura de 30 minutos a ratones a
los que antes se les había provocado un malestar en una pata. Mediante
mediciones de sensibilidad nerviosa, constataron que lograba reducir el
dolor en más de un 60%.
Por otro lado, también midieron la concentración de adenosina en
los tejidos cercanos a las agujas y observaron que, durante e
inmediatamente después del tratamiento de acupuntura, el nivel de este analgésico natural era 24 veces más alto
que antes de la sesión. A su vez, al utilizar un fármaco que alarga la
acción de la adenosina, lograron prolongar los beneficios de la técnica. Por
último, repitieron el experimento con ratones modificados de forma genética que
no poseían el receptor de adenosina A1 y vieron que, en este caso, la
acupuntura no tuvo efecto alguno.
La acupuntura sirve para aliviar síntomas de la sinusitis y la hernia de
hiato e, incluso, para disminuir los efectos adversos de la quimioterapia
Maiken Nedergaard, coordinadora del trabajo que ha sido recogido en la
revista 'Nature Neuroscience', publicó hace poco otro estudio con el mismo tipo
de análisis, pero en este caso en humanos. Y los resultados
concuerdan, ya que en ambas investigaciones se demuestra que la
acupuntura provoca una reducción del dolor así como un aumento
significativo de la concentración extracelular de adenosina en la zona
de la inserción de la aguja.
Los autores insisten en que deben realizarse nuevos estudios para
terminar de comprender el mecanismo biológico, pero, sin duda, los resultados
obtenidos hasta la fecha ayudarán a entender mejor esta antigua práctica
medicinal china.
La acupuntura no solo sirve para calmar el dolor
La acupuntura es una técnica milenaria de curación de la medicina
tradicional china, cuyo objetivo es sanar al organismo mediante la inserción
subcutánea de largas y finas agujas metálicas en los denominados puntos
de acupuntura. Según la tradición china, estos puntos son unas
localizaciones concretas debajo de la piel que están conectadas entre sí y con
los órganos internos del organismo. En la actualidad, se ha ido extendiendo por
todo el mundo como terapia complementaria o alternativa, cada vez más avalada
por la comunidad científica.
El efecto analgésico es el más conocido, por lo que su
uso más extendido es el de calmar el dolor de numerosas patologías. A pesar de
ser su indicación más popular, y a diferencia de lo que se cree, no solo se
utiliza para mitigar el dolor. También se ha visto que puede ser de gran ayuda
para aliviar otros síntomas: expectorar la mucosidad si se padece sinusitis, disminuir el reflujo gástrico en
situaciones de hernia de hiato, mejorar secuelas de accidentes
cerebrovasculares (ictus) e, incluso, disminuir los efectos secundarios de la
quimioterapia, como náuseas y vómitos.
Según la sección de médicos acupuntores del Colegio Oficial de
Médicos de Barcelona, esta técnica puede indicarse en un amplio
rango de situaciones: afecciones del tracto respiratorio, enfermedades
gastrointestinales, problemas del sistema nervioso y reumatología.
Recomendaciones para la acupuntura
Una visita con el médico acupuntor no es tan distinta a la cita con un
médico occidental. Al inicio de la consulta, el especialista examina y explora al
paciente. También se interesa por su historia clínica y familiar y realiza
preguntas sobre el tipo de dieta, los patrones del sueño, el estado emocional y
el estilo de vida.
Durante la terapia, cuando la aguja se introduce en la piel,
es posible sentir un pequeño calambre u hormigueo en la zona del pinchazo. La
aguja puede retirarse o dejarse por un periodo de 20 minutos, hacerse girar o
incluso aplicar un pequeño impulso eléctrico. Todo dependerá del efecto que se
quiera obtener.
Dentro de este tratamiento, hay otras opciones, como la moxibustión,
que consiste en aplicar calor en los puntos de acupuntura. Del mismo modo, las ventosas son
una elección similar: mediante vasos de vidrio, bambú o madera, se realiza el
vacío en determinadas regiones del organismo para mejorar su circulación. Por
último, el masaje en los puntos de acupuntura es una técnica
muy usada para reducir el dolor en una determinada zona.
Efectos del uso de la acupuntura
El empleo de la
acupuntura en occidente empezó a popularizarse a partir de los años 70. En esa
época ya comenzaron a revelarse algunos de sus secretos al demostrarse que
podía reducir el dolor gracias a la liberación
de endorfinas, un analgésico natural sintetizado por el propio organismo.
Más tarde, se
descubrió que al introducir la aguja debajo de la piel, se desencadena un
proceso inflamatorio que estimula las terminaciones nerviosas locales, que
modula así los circuitos de dolor en la médula espinal.
Por otra parte, en
estos últimos años y gracias a la resonancia magnética funcional, se ha
observado cómo la estimulación de los puntos de acupuntura modula la actividad
en diferentes regiones en el cerebro.
No obstante, aún
hay vacíos que generan escepticismo entre muchas personas. Los nuevos
descubrimientos acerca de la adenosina serán clave para plantear su uso como
terapia para el dolor.
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