Las mujeres del grupo de control hicieron lo contrario, primero empezaron el programa para perder peso, y luego aprendieron a mantenerlo.
Inicialmente, ambos grupos perdieron una cantidad de peso parecida, un promedio de alrededor de 7.7 kilos o 17 libras (un 9 por ciento) de su peso inicial. Luego, las mujeres siguieron por su cuenta durante un año. Después de ese periodo, los investigadores vieron cuál era el peso de las mujeres.
Las mujeres que integraron el grupo en que primero aprendieron sobre el mantenimiento volvieron a ganar un promedio de 1.3 kilos (tres libras) y las del grupo de control ganaron 3.1 kilos (7 libras), según los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
También vieron que el 33 por ciento de las mujeres del primer grupo de mantenimiento y el 18 por ciento de las del grupo de control desarrollaron un "patrón favorable", es decir, perder al menos un 5 por ciento de su peso corporal sin volver a ganar más de 2.2 kilos (cinco libras) durante el año de seguimiento.
Los hallazgos, publicados en línea en la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology, sugieren que aprender a mantener el peso primero puede ayudar a reducir las posibilidades de llevar una dieta yo-yo, opinaron los investigadores.
"Esas ocho semanas sirvieron de práctica. Las mujeres podrían intentar poner en práctica diferentes habilidades y solucionar los problemas sin sentirse presionadas por el peso que habían perdido", afirmó en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio Michaela Kiernan, científica investigadora principal del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Stanford.
"Vimos que esperar ocho semanas no hacía que las mujeres tuvieran menos éxito para perder peso. Y mejor todavía, las mujeres que aprendían a estabilizarse primero, lograban un mayor éxito para mantener su peso después de un año", aseguró.
Artículo por HealthDay, traducido por HispanicareFUENTE: Stanford University,
No hay comentarios:
Publicar un comentario