Mirar fijamente a los ojos de tu amante o abrazarle no sólo resulta
romántico. También puede ser un antídoto contra problemas como la
ansiedad, la fobia social o la esquizofrenia.
La oxitocina, más conocida como la "hormon
a del amor", es una sustancia cerebral con un papel decisivo en el enamoramiento, el orgasmo o el amor por los hijos.
En los humanos se libera con un abrazo, una simple caricia, un beso o mirando a los ojos de un ser querido.
También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.
Aunque lo realmente importante, según el psiquiatra de la Universidad
de California Kai MacDonald, es que actúa sobre la amígdala, el centro
emocional del cerebro que controla respuestas como el pánico o la ira.
"Estudios previos muestran que administrando oxitocina por vía nasal a
individuos sanos se reduce la activación de circuitos cerebrales
vinculados al miedo, aumenta el contacto visual con otras personas y se
incrementa la confianza y la generosidad", explica el investigador.
Por eso, MacDonald sugiere que esta hormona podría ayudar a tratar
ciertos trastornos psiquiátricos que afectan al comportamiento social,
como la esquizofrenia, el autismo, la ansiedad o la fobia social.
La oxitocina, más conocida como la "hormon
En los humanos se libera con un abrazo, una simple caricia, un beso o mirando a los ojos de un ser querido.
También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.
Aunque lo realmente importante, según el psiquiatra de la Universidad de California Kai MacDonald, es que actúa sobre la amígdala, el centro emocional del cerebro que controla respuestas como el pánico o la ira.
"Estudios previos muestran que administrando oxitocina por vía nasal a individuos sanos se reduce la activación de circuitos cerebrales vinculados al miedo, aumenta el contacto visual con otras personas y se incrementa la confianza y la generosidad", explica el investigador.
Por eso, MacDonald sugiere que esta hormona podría ayudar a tratar ciertos trastornos psiquiátricos que afectan al comportamiento social, como la esquizofrenia, el autismo, la ansiedad o la fobia social.