Las toxinas de las arañas podrían usarse para elaborar medicamentos seguros y efectivos, afirman unos investigadores
El veneno de tarántula podría ser la clave para el desarrollo de un analgésico seguro y efectivo,
según un nuevo estudio.
Los investigadores de la Universidad de Yale hallaron que una proteína específica presente en el veneno de la tarántula peruana de terciopelo verde bloquea la actividad de las células nerviosas que transmiten el dolor.
Afirman que con el proceso que usaron para identificar esta proteína se podrían también buscar millones de toxinas de araña distintas y llevar al desarrollo de otros nuevos medicamentos para el dolor.
"Lo más probable es que dentro de la gran diversidad que hay de toxinas de araña encontremos otras que sean activas contra otros canales importantes
del dolor", indicó el autor principal del estudio, Michael Nitabach, en un comunicado de prensa de Yale.
"La belleza del sistema consiste en que podemos también evaluar las toxinas artificiales que no se encuentran en la naturaleza", añadió Nitabach,
profesor asociado de fisiología celular y molecular y de genética.
Al hacer eso, dijo, se podrían identificar variaciones más potentes que no dañen las funciones nerviosas esenciales.
Para realizar el estudio publicado en la edición del 3 de marzo de la revista Current Biology, los investigadores analizaron más de 100 toxinas de araña de varias especies de tarántulas. Probaron estas toxinas en el "TRPA1", uno de los 12 canales del dolor que se sospecha que tienen los seres humanos.
Localizado en la superficie de las células nerviosas que sienten el dolor, este canal se asocia con el dolor por la inflamación y de los nervios.
Los investigadores hallaron que una toxina de tarántula en particular bloqueaba este canal del dolor, pero sin afectar a ningún otro canal de la superficie de las células nerviosas.
Dicen que planean continuar con las pruebas de miles y miles de nuevas toxinas que podrían producir efectos parecidos en la reducción del dolor.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Yale University,
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